Queridas familias: Somos conscientes de que la situación actual, la que tiene a todas las personas confinadas en sus casas, no es fácil ni cómoda, y dista mucho de nuestro estilo de vida, ese que es dicharachero y feliz, ese que nos lleva a juntarnos en plazas, en casas, en salas de teatro y música, en museos. Quizás lo sepamos más, con más calidad, aquellas personas cuya actividad es el arte; mucho más si ese arte a menudo se centra en la infancia y juventud, en ellos como espectadores y como intérpretes o hacedores. El teatro es, en nuestra definición favorita, un grupo de personas que juega para que otro grupo de personas le mire. Por esta razón nuestra actividad a día de hoy es imposible. El teatro grabado, encarcelado en la pantalla, no funciona, no es, muere. Como artistas hemos de ser conscientes de este hecho, y aprovechar estos tiempos de aislamiento para labores de investigación y de creación (y recreación) introspectiva. Sin dolor y sin miedo encaramos...